DEPREDADOR

Animal, bestial, carroñero, saqueador, ladrón, salvaje....estos son parte de los sinónimos a la palabra depredador. También son los calificativos que se podrían aplicar a todos aquellos ¨hijos de putas¨ que están tratando de beneficiarse de la desgracia implacable de cientos de miles de personas afectadas por el GRAN TEMPLOR HAITIANO, los más desprotegidos, como siempre ¨los niños¨. Ya empezamos a recibir noticias de secuestros y extrañas desapariciones de menores, que estaban perfectamente localizados. ¿Cuántos serán los que deambulan por las calles de Puerto Príncipe?

En nuestra sociedad, extremadamente CONSUMISTA y VICIOSA, lamentablemente, y a pesar de los esfuerzos de los Gobiernos para combatir la Pedofilia, Trata de Blancas, y otras muchas ¨bajezas humanas¨ esto es demandado con mucho más interés del que cualquiera de nosotros podría imaginar, Sí, es patético, pero es lo que hay, por cierto nada nuevo, existe desde hace miles de años. ¿En qué fallamos como sociedad? Probablemente, nuestro sistema Jurídico. Nuestra Educación, nuestras Religiones, en definitiva la permisividad o transigencia.

También en situaciones de extremas dificultades, cuando los seres humanos están al límite de sus fuerzas, cuando no hay nada que llevarse a la ¨boca¨ también es terreno propicio para que los carroñeros entren en acción. Normalmente, organizados, siempre siguiendo pautas perfectamente sincronizadas por alguien que está en LA SOMBRA. Estos suelen ser los ¨jefes¨de clanes Locales, caso de Haití, señores de la Guerra en Extremo Oriente, etc.

Los saqueadores son violentos y en muchos casos están bajo las influencias de drogas y alcohol. Tratar de pararlos o evitarlos es muy peligroso y difícil. Normalmente, se tiene que recurrir a las armas de fuego y eso implica violencia y terror.

Todo esfuerzo que haga la Comunidad Internacional por tratar de estabilizar un mínimo la Sociedad Haitiana es vital y urgente. Este pequeño País e inmensamente pobre, necesitará al menos diez años para poder reconstruirse y obtener una escasa estabilidad y progreso. La última palabra, la tiene la ONU y sus Países miembros, que deberán apoyar toda iniciativa que se plantee a favor del malogrado pueblo HAITIANO.